viernes, 6 de marzo de 2009

Domani

Querida L:

Primero y principal: No tengo absolutamente ningún inconveniente que me tomes una grabación.

Pero como no deseo que te sientas frustrada mañana durante nuestro encuentro, respecto de mis actividades y mis ideas en el Partido Socialista quiero destacarte que solo estuve activo en el mismo, desde 1943, hasta 1954, cuando renuncié. Solo poco más de 10 años en toda mi vida.
En ese lapso siempre fue opositor a la dirección del partido cuyo cultura y pensamiento político me pareció pobre y anticuada.
Al ingresar a los 17/18 años, organicé y dirigí el ala ultraizquierdista de las juventudes socialistas, que disentían con la dirección burocrática de Ghioldi, Solari, Repetto, etc.
En 1948 cuando conocí a Raurich y me incorporé con entusiasmo a su grupo, pude revisar y aggiornar mi concepción y califiqué de "oportunista" y antidemocrática a esa misma dirección cuya ideología internacional era ambigua, en particular respecto al imperio totalitario comunista y sus ramificaciones.

En paralelo, tuve activa militancia y participación en la política universitaria. Me embanderé desde esas fechas con los reformistas en la Facultad de Derecho y me eligieron secretario del Centro de Estudiantes de Derecho y de la FUBA. Me propuse como obligación y como programa, enfrentar al peronismo, que era un populismo fascista, y a los comunistas, y a sus fellows travel. Mientras duró mi mandato conseguí esos propósitos.

Al renunciar al PS si bien me interesó y me siguió apasionando la política, mi actividad pública se redujo, fue lo mas parecida posible a la de un exiliado en el interior de su propio país.
Me dediqué durante el resto de mi vida de manera intensa al negocio del comercio y de la industria del libro.

No coincidía con ningún partido, aunque apoyé de firme, todas las actividades democráticas que me parecieron creativas y a diversos personas en el arco político democrático.
A partir de 1953, cuando la chirinada del Gral. Menéndez fue derrotada, me opuse a todos los golpes militares posteriores, porque ninguno había elaborado un programa político social y democrático que me pareciera adecuado.
La idea generalizada entre los contreras era armar y apoyar "el golpe por el golpe mismo, cualquiera que fuere", plan que me parecía terrorífico porque significaba caminar a ciegas hacia el abismo..

Me opuse al golpe de Aramburu-Rojas contra Perón que no tomó en cuenta que la mayoría de la población era peronista.
En 1954 intentamos con mis amigos del grupo Raurich, que se discutiera en el interior del PS un tipo de acuerdo consistente en aceptar la pacificación democrática con Perón , tal como él lo había propuesto. Proponíamos lo que 20 años después en España se denominó la "transición" que permitió una salida pacífica, sin derramamiento de sangre, del canallesco régimen franquista.
Estuve en contra de los 30 golpes contra Frondizi, y me opuse al descabezamiento de Illía, Todos los cuartelazos que lo siguieron me encontraron en la vereda de enfrente., También me pareció un disparate de Balbín y sus congéneres, haber abandonado al garete al gobierno de Isabelita. Isabel Perón y su entorno gubernamental sin duda era lamentable recordemos que apañaba a las 3A. En ese momento crucial, antes que Videla y Massera tomaran el poder, radicales, conservadores, desarrollistas, socialistas e inda mais, no tuvieron la cintura política de esperar 5 meses para las elecciones nacionales. Así llegamos al fango del Proceso que repitió, en clave canalla desde el Estado los crímenes que la guerrilla y el terrorismo de los ultra cometieron desde el llano. Nadie comprometido con la idea de una sociedad democrática y que vivió con angustia esa época puede olvidar a "los dos demonios"
He sostenido que una democracia recortada, parcializada , siempre tiene recursos para mejorar y es superior a cualquier dictadura.

Menciono esos golpes militares porque los socialistas y sus aliados que conoces, cuando no los impulsaron, los apañaron. Me refiero a su participación directa con personajes, con funcionarios, con ideas y con ideologías.
Esto acentuó mis diferencias y mi alejamiento de todos ellos: Tirios y troyanos.
Acuso por lo tanto a aquellos opositores al peronismo de haber sido la otra cara de la moneda de la crisis.. Fueron también cómplices de esta decadencia en la que estamos hundidos. Pensaron y actuaron de manera tan irresponsable como él mismo Perón y sus congéneres, tanto en los programas, que referían la acción política interior y como en la exterior de nuestro país.
No por nada en plena campaña contra el peronismo , en 1945, el dirigente troskista Esteban Rey, centrista en el PS, que contaba con gran apoyo en Jujuy y en sectores de la FOTIA de Tucumán y Salta, me decía cuando nos encontramos en el Famatina, en camino al Ingenio de Famaillá: , Tenemos que desafiar y ganarle a Perón : "Debemos hacer peronismo mas uno",,, No fue el único demagogo y populista que lo pensó e intentó llevarlo a cabo.

Para facilitar tu tarea me he permitido escribir esta breve introductoria. a la misma.

Con respeto y cariño,
Isay.