Querido amigo Carlos Alberto Montaner:
En este diciembre cuyo ocaso es sombrío por la guerra que ayer se desató en Gaza, acabo de leer dos libros que irradian potente luz.
Uno de Juan José Sebreli, Comediantes y Mártires, un ensayo contra los mitos, que obtuvo el premio Editorial Debate - Casa América de España, galardonada hace solo unas semanas ( Edición simultánea en Buenos Aires y en Madrid por las editoriales Debate y Sudamericana), y el otro que ya lleva tres reimpresiones en 25 días y se titula La Agonía de la Democracia de Julio María Sanguinetti, Un Proceso de la caída de las Instituciones del Uruguay ( 1963-1973) editado por Taurus-Santillana en Montevideo.
El futuro y el éxito del libro de JJ Sebreli, está consagrado no solo por su profunda calidad intrínseca, y complejidad conceptual, y por figurar en la lista de los best-sellers de la Argentina, sino porque afortunadamente la crítica amiga y adversaria, con simpatías o con diferencias, obligará al necesario e imprescindible debate. Sin duda este libro demolerá rígidas prejuicios y trascenderá algunas fronteras académicas. Sus tesis brillantes y acertadas reflexiones, ayudarán, no lo dudo, a desmitificar, no solo a los cuatro personajes a los que está dedicado, sino a tantos otros que tienen procesión y capillas propias en nuestro continente como la indigenista Rigoberta Menchú, o la cómplice del ETA- Hezbollah doña Hebe Bonafini , la comunista esotérica Frida Kahlo, o algunos tinterillos, escribientes y escribas del castro-chavismo ensalzados por el conocido mutuo bombo latinoamericano.
La obra escrita por Julio María Sanguinetti, uno de los mejores presidentes-estadistas que tuvo América Latina en el siglo, ha despertado a los intelectuales y universitarios uruguayos, que anestesiados por la ideología en boga, todavía creían en la incólume santidad del guerrillerismo y terrorismo tupamaro y en las ensoñaciones de la izquierda castrista. O también por pertenecer a una generación reciente desconocían las causas y el origen ahora develada por este agudo análisis, de la trágica historia uruguaya y latinoamericana de esos lúgubres años de sables, torturas, exilios y persecuciones.
El de Sebreli seguramente lo encontrarás en cualquier buena librería de España.
En cambio el de Sanginetti, cuyo trabajo considero que también es importantísimo, no se bien como podrías conseguirlo en tus patios madrileños. A Buenos Aires aún no ha llegado. Me lo trajo mi hija Eloísa.
Este libro de Julio María traerá cola sin duda. Reparte justos palos tanto entre antiguos guerrilleristas, como entre los partidarios de la dictadura militar Trabajo fundamental porque analiza - con el respeto que se debe al pensamiento - a los políticos uruguayos de aquel decenio, en toda la gama que va desde la ultraizquierda a la ultra derecha, y también dispara misiles y/o elogios, cuando corresponde - y con testimonios irrefutables - a los militantes enfilados en el anarco-sindicalismo o los embanderados en el partido nacionalista y militarista.
En Uruguay comenzó el año electoral y se me ocurre que este libro servirá para comparaciones y prolijas reflexiones.
La obra contiene una enciclopédica enseñanza, subrayando con esfuerzo ejemplar, nombres y fechas históricas, y fundamentalmente ideas y acciones cuyas perniciosas consecuencias pueden perfectamente asimilarse a cualquiera de nuestros países. Sus páginas nos ilustran que forma la destrucción paulatina y cotidiana de la democracia y sus instituciones republicanas, durante esos 10 años, realizada por partidarios de utópicos y disparatados dogmas preñados de violencia, hizo casi añicos a la que llamábamos en mi juventud con singular aprecio cívico La Suiza de América
Los dos libros son sin duda muy valiosos y polémicos. Merecen que potenciemos su lectura y que intentemos difundirlos. El de Sanguinetti al proceder de una plaza editora mas chica como es Montevideo quizás tiene menos chances de ser conocido. .En ambos casos me permito alentar que intentemos difundir la buena noticia de su nacimiento.
Aprovecho estas líneas para desearte a ti, a Linda y a todos los tuyos, lo mejor para el Nuevo Año, 2009.
Tu amigo, Isay Klasse