viernes, 22 de mayo de 2009

Enviado a LA NACIÓN el 21-05-09 para Carta de Lectores

Señor Director:
Los romanos en el S II construyeron el maravilloso Acueducto de Segovia para proveer de agua la inhóspita meseta de Castilla. Los árabes en el S XIII convirtieron Granada en un vergel y dieron vida a la desértica Andalucía. Los judíos en el S XX transformaron un territorio de arena y piedras desalinizando el mar y luego por goteo produjeron y exportaron naranjas, hortalizas y flores.
¿Será posible que los argentinos con las nuevas tecnologías del S XXI padezcamos periódicas sequías con pérdidas irrecuperables dejando morir de sed al ganado e impidiendo producir el tesoro de nuestra agricultura? He leído que hace muchos años Luís Mori, un estudioso de Laboulaye (Córdoba) realizó planos y estudios de factibilidad para la creación de un gran canal que conectara el Río Paraná con Bahía Blanca para que el agua pudiera regar grandes superficies en la provincia de Bs. As y no se perdiera en el mar. Golpeó las puertas de los ministerios sin resultado. No dudo que hoy nuestras universidades y nuestros técnicos deben haber ingeniado con seriedad posibilidades rentables y prácticas. ¿Qué deberíamos hacer para aplicarlas?
Isay Klasse
DNI: 4.212.576