viernes, 15 de mayo de 2009

"Sanguinetti y el Conflicto de los 70" por Jorge Rouillon para LA NACIÓN

En el Malba
Viernes 15 de mayo de 2009 Publicado en edición impresa sección Cultura diario LA NACIÓN
Sanguinetti y el conflicto de los 70

El ex presidente uruguayo presentó su libro La agonía de la democracia y llamó a no repetir errores





Eduardo van der Kooy, Julio Sanguinetti y Natalio Botana Foto: LA NACION / Fabián Marelli


Jorge Rouillon


El ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti presentó su libro La agonía de una democracia ante una concurrencia muy numerosa, que colmó el auditorio del Museo de Arte Latinoamericano (Malba).
"Los uruguayos perdimos la libertad porque antes habíamos perdido la tolerancia", afirmó el orador, refiriéndose a la situación que atravesó su país en los años 70. Y advirtió, como para no recaer hoy en errores: "Perdida la tolerancia, se está muy cerca de perder la libertad. Esa es la lección de la historia".
El libro, publicado por Editorial Taurus, fue comentado en el acto por el politicólogo Natalio Botana y el periodista Eduardo van der Kooy.
Botana opinó que es un libro muy bien narrado, "una reconstrucción histórica que supera los enfoques militantes basados en memorias excluyentes". Señaló que en el libro "se destaca una causalidad histórica expuesta con maestría; la violencia guerrillera no surgió en Uruguay para combatir una dictadura, sino para combatir una democracia".
Van der Kooy valoró la seria investigación histórica, que realiza la reconstrucción muy ordenada de una época y la vuelca en un libro muy bien escrito. Destacó la narración del quiebre del orden institucional y cómo expone hechos como las dudas del presidente Juan María Bordaberry antes de firmar el decreto de cierre del Parlamento.
Sanguinetti precisó: "Este libro no es mi memoria; intenté hacer un estudio de reconstrucción histórica". Dijo que la memoria puede ser traicionera y que lo notó cuando ella "se confrontaba con los documentos que encontraba". Advirtió sobre el uso interesado de los recuerdos para avalar situaciones del presente por parte de quienes se embanderan con causas de las que estuvieron muy lejos, pero que hoy asumen "como si fueran el resultado de su propia vida".
Conflicto caliente
El ex presidente uruguayo evocó el contexto de la Guerra Fría, en la que había un conflicto ideológico en el mundo entre dos modos enfrentados de concebir la política y la sociedad. "La guerra fue fría entre Rusia y EE.UU., y fue caliente acá y en América Central", dijo.
Señaló que la idea de la revolución era entonces "una especie de palabra mágica". Se sostenía que en Uruguay era necesaria una revolución para suprimir injusticias del capitalismo. Y se decía: "¿De qué vale la libertad de prensa o el debido proceso cuando hay pobreza?". Cuando se perdieron esas libertades que llamaban burguesas, muchos de quienes las menospreciaban sufrieron su pérdida en carne propia. Sanguinetti dijo que la forma es sustancia en la democracia.
También recordó que cuando surgió la guerrilla, en Uruguay había un gobierno colegiado, de seis miembros del partido mayoritario y tres del segundo, al que se acusaba de ser en exceso deliberante. El Ejecutivo se parecía más a un Senado republicano que a un sistema autoritario.
A su vez, dijo que cuando sobrevino el golpe con el discurso militar de acabar con el caos, la guerrilla había sido casi erradicada, sus miembros estaban exiliados o presos y el país estaba pacificado.
Entre otros, se hallaban el embajador de Uruguay, Francisco Bustillo; el director de LA NACION, doctor Bartolomé Mitre; China Zorrilla; Hermenegildo Sábat; Juan José Sebreli; José A. Romero Feris; Isay Klasse; Guillermo Jaim Etcheverry; Juan Manuel Casella; José Ignacio López; Silvio Huberman, y Patricia Bullrich. La concurrencia sobrepasó ampliamente la capacidad de los asientos. Sentados en el suelo, por ejemplo, se hallaban el ex diputado Rafael Martínez Raymonda y el ex ministro Oscar Puiggrós.