lunes, 14 de abril de 2008

85 AÑOS

Queridos:
¡¡¡Feliz cumpleaños!!!
Gracias a todos ustedes que me han protegido siempre con tanto afecto.

Nunca creí que llegaría a los 85.

Tampoco tuve mucha fe que podría alcanzar el año 2.000, porque esa lejanía tanguera pertenecía a los mitos del escepticismo de Discépolo que estaba convencido que "todo será igual "… aunque mi viejo el Abuelo Aarón era a veces peor y decía, "que todo casi seguro que será peor" y confieso que desde chico me daba rabia su tesonera suspicacia frente a mi esperanzada y consecuente confianza en el futuro..

Pero ya ven, que soy "casi" un milagro de la vida y por supuesto de la medicina, a cuya investigación científica que remito la seguridad de mi convicción y mi confianza en la ciencia y hoy en la nueva sociedad democrática del conocimiento y de la información, que ha logrado ese milagroso acercamiento entre todos los seres humanos.

Siempre metido en la política discuto duro, en principio contra mí mismo para desarraigar mitos, ideologías y prejuicios pues intento lograr mas espacios para la libertad personal, y mas amplios horizontes para el resto de los seres humanos..
Creo que los enunciados socialistas internacionalistas del S.XIX tienen enorme valor de inicio.
Representaban la afirmación de un mundo que deseaba ser más racional, más fraternal y libre, y de profundas certidumbres en el desarrollo del espíritu y la conciencia. Hoy puedo sostener que esa ilusión por ampliar la democracia y los diversos escenarios de la libertad hay que ganarla con bravura cívica día a día con "sudor y a veces con lágrimas".

Soy demócrata, a pesar de todas las falencias que tiene y tendrá la democracia, y sostengo que contra los defectos de la democracia hay que exigir más democracia.
La democracia en definitiva la conformamos nosotros los humanos y ya es sabido que somos falibles, pero siempre con posibilidades de rectificar y corregir. Afirmo también que no puede haber democracia sin el respeto por las minorías, y que ese respeto por el valor de la crítica es determinante para definirla y defenderla.
Me he opuesto toda la vida a los violentos, y ustedes saben que nunca integré cuadros de choque, ni grupos armados. Soy pacífico, y desconfié siempre de "pacifistas".Tanto aquellos que se llamaban pacifistas y se amparaban en el nacionalismo, o en el aislacionismo, como aquellos que seguían las líneas bajadas por las komandaturas del comunismo y sus camaradas de ruta.
Recuerdo a muchos pacifistas, aquellos del discurso, cobarde del Frente Popular francés del socialista León Blum, que dejó en aislamiento a la República Española, ( liberal, republicana y socialista) , y a los pacifistas aterrados de perder sus privilegios como los Chamberlain, y que para lograr la paz entregaron el pueblo checo-eslovaco a los nazis, levantando las barreras que contenían a Hitler y a Mussolini.
Por eso creo en la Paz, pero no en la paz de los cementerios, esa que arrojó a la tumba a 1 millón de españoles y millones de muertos en Europa durante la Segunda Guerra, por ceder ante los totalitarios y sus cómplices..

Frente al fundamentalismo religioso y al totalitarismo perfecto de los terroristas de Hezbollah o de Amadinejah, o del estalinista Fidel Castro, he optado por las democracias a veces muy imperfectas y pero siempre perfectibles como los Estados. Unidos. e Israel. Correlativamente me he opuesto al racismo, al antisemitismo y a la xenofobia, pues son prejuicios inmorales que degradan la vida, el diálogo y la convivencia.
Me incluyo entre los que se han enrolado en defender las nuevas tecnologías, los nuevos campos de la política y de la crítica religiosa. Deseo más que nunca intentar superar los dogmas de la religión, los dogmas de la ciencia y los dogmas del arte.

He comenzado el día pensando en todos ustedes, esperando verlos muy pronto para abrazarlos y reiterarles mi agradecimiento por todo el afecto con el que me cobijaron toda esta vida.

Cien abrazos.
Isay