lunes, 26 de octubre de 2009

Elecciones Uruguay

Querida E:

Anoche escuché los discursos completos de Mujica y de Astori y particularmente le presté mucha atención a la conferencia de prensa que fue ejemplar.

Ojalá pueda servir de ejemplo y enseñanza a los políticos argentinos que están llenos de personalismos, de figuretismos, de revanchismo y de odios.

Sumados los votos del candidato blanco y de Bordaberry no alcanzan a la cifra obtenida por Mujica-Astori.

No creo que haya sido una derrota sino un triunfo del espíritu cívico de los uruguayos.

Yo no llamaría derrota a una fiesta de la democracia que podrá repetirse en la segunda vuelta. Tabaré siguió la concepción más alta de la democracia al no querer modificar la Constitución e intentar perpetuarse en la presidencia a pesar de que cuenta a ciencia cierta, con más del 60 % del electorado. En esta conducta coincide con Sanguinetti y es posible que sea el candidato de reserva ética y democrática, cuando termine el período que se inicia.

Desde Buenos Aires, no puedo avizorar como y de que manera se de marcha atrás a las leyes y modificaciones positivas que ha obtenido el gobierno del Frente.

Gobernar con la Cámara de Diputados en contra, no es un desastre, solo significa que el debate será más amplio.

Insisto que Uruguay es y será un modelo y una pauta para toda Latinoamérica y se ha ganado el respeto por la cultura y la educación republicana de sus ciudadanos.

El prestigio del Plan Ceibal ha trascendido las fronteras de la Banda Oriental y no creo que se retroceda un milímetro, sino todo lo contrario, que se siga adelante. Justamente la gente como vos, que tiene en sus manos una herramienta tan importante tiene como misión de la hora acrecentar el plan, imaginar nuevas posibilidades y ampliarlo a horizontes modernos mucho más grandes.

Adoptar el lema de Goethe: "Ad astra per aspere", A las estrellas a través del esfuerzo, debería ser ahora el objetivo y aunque suene a utopía será la manera de mantener adelantado a este pequeño, gran país.

Perder un combate no es perder la guerra, en el combate por la democracia la ciudadanía se fortalece, no se debilita.

Respecto de la Ley de Caducidad, me parece que está bien como está. Al lograrla aquellos países que consiguieron pacíficamente y sin derramamiento de sangre la transición hacia la democracia han triunfado en el mundo civilizado. Valga el ejemplo de Willy Brandt en Alemania y de Vaklav Havel en Checoslovaquia. Si volvemos atrás la historia en Uruguay sucederá inevitablemente lo que ocurre en Argentina, todos los días el reproche, el rencor, y la venganza siguen separando a tirios y troyanos.

Perdonar no es olvidar.


Un abrazo muy fuerte y muy solidario.

Isay.