viernes, 22 de mayo de 2009

Enviado a LA NACIÓN el 21-05-09 para Carta de Lectores

Señor Director:
Los romanos en el S II construyeron el maravilloso Acueducto de Segovia para proveer de agua la inhóspita meseta de Castilla. Los árabes en el S XIII convirtieron Granada en un vergel y dieron vida a la desértica Andalucía. Los judíos en el S XX transformaron un territorio de arena y piedras desalinizando el mar y luego por goteo produjeron y exportaron naranjas, hortalizas y flores.
¿Será posible que los argentinos con las nuevas tecnologías del S XXI padezcamos periódicas sequías con pérdidas irrecuperables dejando morir de sed al ganado e impidiendo producir el tesoro de nuestra agricultura? He leído que hace muchos años Luís Mori, un estudioso de Laboulaye (Córdoba) realizó planos y estudios de factibilidad para la creación de un gran canal que conectara el Río Paraná con Bahía Blanca para que el agua pudiera regar grandes superficies en la provincia de Bs. As y no se perdiera en el mar. Golpeó las puertas de los ministerios sin resultado. No dudo que hoy nuestras universidades y nuestros técnicos deben haber ingeniado con seriedad posibilidades rentables y prácticas. ¿Qué deberíamos hacer para aplicarlas?
Isay Klasse
DNI: 4.212.576

martes, 19 de mayo de 2009

Estimado amigo JB:

Cuando hace tres años, se realizó la reunión promovida por la Cámara Argentina de Publicaciones a pedido especial de los directivos de Google en el Club Alemán, me permití llevar mi carpeta y mi archivo donde había reunido hasta ese momento las violaciones al Derecho de Autor y del Editor cometidas por dicha corporación.
Pedí la palabra delante de alrededor de 40 colegas, y solicité a los directivos de Google que nos explicaran a los presentes el motivo por el que un número importante de prestigiosas asociaciones de editores de los EE UU y Europa les habían iniciado juicio por dichas violaciones.
También les solicité que nos dijeran como iban a concertar con los editores para pagarles el Derecho de Autor de la que son depositarios cuando contratan la edición de una obra.
No vacilé en elogiar el innovador proyecto de incorporar a Internet todos los libros del mundo que dicha empresa había programado, pues me pareció una idea admirable, señalándoles que yo mismo era usuario diario de la misma y que le estaba agradecido por sus servicios, pero que los mismos tenían una gravísima falencia pues no contemplaban la retribución del trabajo intelectual y profesional de escritores y editores.
No me respondieron.
Aquí le reproduzco el trabajo de Jesús Ruiz Mantilla que suscribo, señalando nuevamente el gran avance cultural y educativo que tiene la incorporación de libros a estos sistemas electrónicos, que considero imparable en la nueva sociedad del conocimiento y de la información.
También creo que la lectura en soporte papel perdurará conjuntamente con el soporte pantalla. Aliento la esperanza que mis colegas de la Argentina y de América Latina, lean el fundamental Manifiesto de Heidelberg:

http://www.textkritik.de/urheberrecht/index_engl.htm

y los siguientes links:

http://www.infobae.com/contenidos/443962-100918-0-Personalidades-la-cultura-y-las-ciencias-se-manifiestan-contra-Google

También Clarín lo publicó:
http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/04/22/_-01903390.htm

Periodico Abc (España):
http://www.abc.es/20090422/cultura-cultura/heidelberg-contra-google-200904222156.html

Actualidad literatura:
http://www.actualidadliteratura.com/2009/05/10/%C2%BFque-es-el-manifiesto-de-heidelberg/

Web libertad digital:
http://www.libertaddigital.com/internet/los-autores-alemanes-contra-google-1276357227/

Web Radio Cadena Ser (España):
http://www.cadenaser.com/tecnologia/articulo/manifiesto-heidelberg-google/sernottec/20090422csrcsrtec_1/Tes


Cordialmente,
Isay Klasse
Consejero H de la CAL
Consejero H de la Fundación El Libro.


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El libro no sabe, no contesta

La literatura en español actúa con indolencia ante los retos del gran proyecto de Google Books - El buscador ha digitalizado ya siete millones de títulos

JESÚS RUIZ MANTILLA - Madrid - 17/05/2009

Mientras los autores de Alemania o Francia se levantan en armas contra el escaneo masivo de Google Books, los hispanos... no saben, no contestan. No se pronuncian ni suscriben manifiestos como los de Heidelberg, que repudia el acuerdo de autores y editores con el gigante informático tras un complicado proceso judicial.
La mecha la ha encendido una sentencia en Estados Unidos. Condenaba la digitalización masiva de libros que emprendió el buscador para hacerlos accesibles en la Red.
Google Books ha escaneado nada menos que siete millones de títulos, de los que cinco millones son considerados huérfanos: aquellos cuyos derechos no han prescrito, pero cuya paternidad nadie reclama.

Los números cantan
Google: "Internet ya no es la jungla que hundió el negocio de la música"
"Es el acto de piratería más grande de la historia", dicen los agentes literarios
La justicia estadounidense ha condenado el escaneado masivo
Pierden los intermediarios: agentes, libreros y distribuidores
Títulos que no estaban en el mercado. Sacados de bibliotecas públicas de todo el mundo, entre las que estaban la de las universidades Complutense, de Salamanca, de Santiago de Compostela y la Jaume Fuster, en España. La justicia ha condenado a la empresa a pagar. Y ésta ha provisto un fondo de 136 millones de dólares (poco más de 100 millones de euros) para satisfacer las reclamaciones. Para ello han puesto también las bases de una sociedad de gestión a escala global que funcionaría con parte de ese fondo.
Una vez se han pronunciado los tribunales, empieza el negocio. ¿Cómo? Con una oferta algo rácana y un plus algo tentador. Se ha concedido un plazo para sondear a quienes han sido incluidos en el escaneo. La racanería asciende a 60 dólares por título -casi una propina- y un 63% de las ganancias que puedan venir después. Y eso último es lo tentador. Que alguien en cualquier lugar del mundo pueda comprar un libro y que el autor perciba ese porcentaje, cuando ahora sólo se lleva el 10% o el 12% si es una estrella, no es mal negocio. Para el editor titular de los derechos de la obra, tampoco.
¿Quién pierde? Libreros, distribuidores y agentes. Los intermediarios. Por eso, quien más se ha movilizado por ahora en España son los agentes. La Asociación de Agencias Literarias de España (ADAL) -que acoge a 22- ha enviado una circular en la que desaconseja acogerse a la oferta. Pero las respuestas se hacen esperar. "Hay muy poca conciencia e información de momento", asegura Alicia González Sterling, portavoz de ADAL. Otros han aconsejado quedarse al margen. Es el caso de la agencia de Carmen Balcells. Lo explica Javier Martín, de dicha empresa: "Es una propuesta irrisoria y tampoco es cuestión de darles margen para que laven su imagen. Lo que va a pasar con los derechos está por ver".
Desde Google, Luis Collado, directivo de la empresa en España y encargado de explicar bien el acuerdo, pide calma y visión. "Muchos se van a quedar en el camino si no se adaptan". Collado pide que el mundo editorial se mire en el espejo de las discográficas y el cine. "Deberían aprender de lo que ha ocurrido con esos sectores. Internet ya no es la jungla que hundió esos negocios, ha cambiado. Ahora se abren muchas oportunidades de negocio".
Su empresa apostará por la conexión online. "Google Books ofrecerá los archivos en Internet y el usuario podrá bajárselos y leerlos o utilizarlos como le convenga, en su móvil, en su ordenador, en su libro electrónico". Eso no quiere decir que vayan a desaparecer los formatos tradicionales. El papel sobrevivirá, coinciden casi todos.
Magdalena Vinent es directora general del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO). Al frente de la SGAE de los libros ha dado un paso adelante. La entidad se ha erigido en intermediaria entre Google y los autores a los que representan. "Cuesta movilizar a los autores y que den su respuesta", admite Vinent.
De sus 15.000 asociados, tan sólo la mitad ha dado su consentimiento. Los editores han respondido mejor. "Unos 600 nos han autorizado a que negociemos con Google en su nombre. Están los más grandes, entre ellos representan el 80% del mercado". La posición de CEDRO es abierta y nada condenatoria a la acción de Google. "Lo positivo es que tras la sentencia exista una posibilidad de acuerdo", comenta Vinent.
Si la multinacional se sienta en la mesa con CEDRO, la negociación no entra en los cálculos de los agentes. "Nuestro consejo frente a la opción es excluirse. Primero, para tener libre disposición de los derechos electrónicos de cada obra y cederlos a quien convenga. Segundo, para no avalar el acto de piratería editorial más grande de la historia", afirman en su comunicado.
¿Y los autores? Difícil respuesta. De los que han sido requeridos para este reportaje, pocos contaban con una opinión formada. Santiago Roncagliolo, gran adepto a la Red, tiene sus respuestas: "En el debate se confunden dos cosas. Una es que Google usurpe los derechos de explotación comercial de las obras. Eso es ilegal. La otra es que las obras literarias se ofrezcan al público en el soporte digital. Eso es inevitable", asegura el autor de Memorias de una dama. "En realidad, para los autores, el mejor usurpador posible es Google, porque lo podemos demandar. El servidor ha ofrecido una indemnización porque puede medir el daño y sabe que perdería un juicio. El mayor riesgo es que surjan distribuidores incontrolables, como surgieron hace una década en la música", cree Roncagliolo. "Internet está llena de posibilidades para la difusión e incluso para el comercio cultural, pero sólo si nos anticipamos a ella en vez de aterrorizarnos".
Otro de los grandes problemas que deja al descubierto este conflicto es el del monopolio. Javier Celaya, experto en edición digital, alerta: "Con el nuevo panorama, Google está en disposición de crear un auténtico monopolio en la Red y eso es una barrera para el mercado". Un escenario en el que la empresa determina el precio de las descargas sin contar, entre otros, con quienes han colaborado en el proyecto: las bibliotecas. Ese frente amenaza ya con dar su guerra. Pero eso será otro capítulo. El de una novela que acaba de comenzar y cuyo final está abierto.
Los números cantan
- 45: los euros de la indemnización mínima acordada en Estados Unidos por cada obra digitalizada sin permiso.
- 100: los millones de euros provistos por Google como fondo para satisfacer las reclamaciones de derechos.
- 200: las editoriales españolas que en 2007 publicaron obras en formatos distintos al papel. En total, el 10,5% de la facturación anual, que ronda las 3.000 millones de euros. La Federación de Gremios de Editores de España cuenta con 900 asociados.
- 600: los editores que han autorizado a CEDRO a negociar con Google en su nombre. Suponen el 80 % del mercado. De sus 15.000 autores asociados, sólo lo han hecho la mitad.

viernes, 15 de mayo de 2009

"Sanguinetti y el Conflicto de los 70" por Jorge Rouillon para LA NACIÓN

En el Malba
Viernes 15 de mayo de 2009 Publicado en edición impresa sección Cultura diario LA NACIÓN
Sanguinetti y el conflicto de los 70

El ex presidente uruguayo presentó su libro La agonía de la democracia y llamó a no repetir errores





Eduardo van der Kooy, Julio Sanguinetti y Natalio Botana Foto: LA NACION / Fabián Marelli


Jorge Rouillon


El ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti presentó su libro La agonía de una democracia ante una concurrencia muy numerosa, que colmó el auditorio del Museo de Arte Latinoamericano (Malba).
"Los uruguayos perdimos la libertad porque antes habíamos perdido la tolerancia", afirmó el orador, refiriéndose a la situación que atravesó su país en los años 70. Y advirtió, como para no recaer hoy en errores: "Perdida la tolerancia, se está muy cerca de perder la libertad. Esa es la lección de la historia".
El libro, publicado por Editorial Taurus, fue comentado en el acto por el politicólogo Natalio Botana y el periodista Eduardo van der Kooy.
Botana opinó que es un libro muy bien narrado, "una reconstrucción histórica que supera los enfoques militantes basados en memorias excluyentes". Señaló que en el libro "se destaca una causalidad histórica expuesta con maestría; la violencia guerrillera no surgió en Uruguay para combatir una dictadura, sino para combatir una democracia".
Van der Kooy valoró la seria investigación histórica, que realiza la reconstrucción muy ordenada de una época y la vuelca en un libro muy bien escrito. Destacó la narración del quiebre del orden institucional y cómo expone hechos como las dudas del presidente Juan María Bordaberry antes de firmar el decreto de cierre del Parlamento.
Sanguinetti precisó: "Este libro no es mi memoria; intenté hacer un estudio de reconstrucción histórica". Dijo que la memoria puede ser traicionera y que lo notó cuando ella "se confrontaba con los documentos que encontraba". Advirtió sobre el uso interesado de los recuerdos para avalar situaciones del presente por parte de quienes se embanderan con causas de las que estuvieron muy lejos, pero que hoy asumen "como si fueran el resultado de su propia vida".
Conflicto caliente
El ex presidente uruguayo evocó el contexto de la Guerra Fría, en la que había un conflicto ideológico en el mundo entre dos modos enfrentados de concebir la política y la sociedad. "La guerra fue fría entre Rusia y EE.UU., y fue caliente acá y en América Central", dijo.
Señaló que la idea de la revolución era entonces "una especie de palabra mágica". Se sostenía que en Uruguay era necesaria una revolución para suprimir injusticias del capitalismo. Y se decía: "¿De qué vale la libertad de prensa o el debido proceso cuando hay pobreza?". Cuando se perdieron esas libertades que llamaban burguesas, muchos de quienes las menospreciaban sufrieron su pérdida en carne propia. Sanguinetti dijo que la forma es sustancia en la democracia.
También recordó que cuando surgió la guerrilla, en Uruguay había un gobierno colegiado, de seis miembros del partido mayoritario y tres del segundo, al que se acusaba de ser en exceso deliberante. El Ejecutivo se parecía más a un Senado republicano que a un sistema autoritario.
A su vez, dijo que cuando sobrevino el golpe con el discurso militar de acabar con el caos, la guerrilla había sido casi erradicada, sus miembros estaban exiliados o presos y el país estaba pacificado.
Entre otros, se hallaban el embajador de Uruguay, Francisco Bustillo; el director de LA NACION, doctor Bartolomé Mitre; China Zorrilla; Hermenegildo Sábat; Juan José Sebreli; José A. Romero Feris; Isay Klasse; Guillermo Jaim Etcheverry; Juan Manuel Casella; José Ignacio López; Silvio Huberman, y Patricia Bullrich. La concurrencia sobrepasó ampliamente la capacidad de los asientos. Sentados en el suelo, por ejemplo, se hallaban el ex diputado Rafael Martínez Raymonda y el ex ministro Oscar Puiggrós.

martes, 12 de mayo de 2009

PRESENTACIÓN: La Agonía de una Democracia

P R E S E N T A C I Ó N
Miércoles 13 de mayo, 19:00 hs.

La voz de quienes fuimos contrarios a la violencia guerrillera tanto como a los golpes de Estado se ha escuchado poco. Esta es una historia uruguaya que también interesa a los argentinos.

El sello Taurus tiene el placer de invitarle a la presentación del libro del ex Presidente de Uruguay Dr. Julio María Sanguinetti,
La agonía de una democracia. Proceso de la caída de las
instituciones en el Uruguay (1963-1973).

Además del autor, participarán los señores Natalio Botana y Eduardo van der Kooy.

Auditorio MALBA – Fundación Constantini
Avda. Figueroa Alcorta 3415 - Buenos Aires